Los
modelos sociales y económicos que hasta “antes de ayer” se consideraban inamovibles,
hoy están en cuarentena. Asistimos a un momento histórico de una gran
complejidad en el que da la sensación de que todo está por definir. Eso, que puede ser motivo de una gran ilusión, en función de lo que pensemos colectivamente, también puede instalarnos en un espacio de inevitabilidad y sumisión a los intereses de los grandes grupos de poder.
En este
contexto es preciso apuntar hacia un fortalecimiento de “lo común” que dé sentido
a una sociedad solidaria y libre.
Pedro
Arrojo desarrolla la importancia de los servicios de AGUA
PÚBLICA y la necesidad de revisar el Plan Aragonés de Saneamiento como herramienta
de gestión autonómica de este servicio de salud ciudadana.
Tal como dice el
artículo: …… bajo el estado de alarma, constatamos
el grave error que supuso recortar fondos en sanidad pública y privatizar este
tipo de servicios. Hoy nadie habla de las pretendidas excelencias de esas
políticas privatizadoras, al tiempo que crece el consenso sobre la necesidad de
reforzar la sanidad pública. En este contexto, sería bueno reflexionar
sobre la importancia de garantizar también servicios públicos de agua y
saneamiento gestionados desde la lógica del interés general, y no desde la
lógica privatizadora, en la medida que son la base de esa salud pública que
queremos fortalecer.
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