La frontera castellano aragonesa sobre la que reina el Moncayo está sometida a una gran presión por el control de sus aguas.
Tal como habíamos anunciado en este blog, el pasado día 27 se han reunido en Tarazona colectivos sociales y representantes politicos de los municipios afectados con la intención de articular una plataforma ciudadana que trabaje por una gestión adecuada y eficaz del acuífero del Moncayo. Conviene recordar que los acuíferos actúan como unos auténticos pulmones hídricos de cuya salud depende el buen estado de las aguas de un amplio territorio.
El aprovechamiento inteligente de sus recursos puede suponer un motor de desarrollo para las personas y las iniciativas que pueden dar vida a las poblaciones que suministran. Por contra una explotación irracional puede causar un daño irreversible en una zona, ya de por sí, bastante mal tratada tanto desde la administración como por proyectos empresariales poco o nada respetuosos con el medio natural.
El propio Ayuntamiento de Tarazona, cuya anterior corporación era insensible a este problema, participó en el encuentro junto a representantes de Cueva de Agreda, Ólvega, Beratón y vecinos de las localidades próximas de Navarra.
La presión que está ejerciendo la industria radicada en Ólvega junto a los macro- proyectos de ganadería intensiva de Noviercas y la ampliación de las explotaciones extractivas de Borobia conforman un complejo conjunto de intereses que requieren una posición decidida de la ciudadanía para garantizar el equilibrio natural del que depende toda la zona.
En la reunión se puso de manifiesto la situación del embalse Del Val y su cuenca que, si bien cuentan con análisis aceptables en algunas zonas, atraviesa un proceso creciente de eutrofización debido a las toneladas de lodo industrial aportadas por Olvega.
Tanto el caso de la Piscifactoría como el aprovechamiento del ríos Queiles son el testigo de las viejas prácticas de la oligarquías que, en su momento crecieron al calor del franquismo y que hoy todavía están pendientes de un tratamiento político y social que garantice la equidad en el aprovechamiento del agua.
Lo cierto es que a día de hoy existe un intrincado nudo de intereses con continuos cambios en las solicitudes de explotación del acuífero para las explotaciones ganaderas que, rechazadas en la Comunidad Foral, se pretenden instalar en Soria. Mientras esto sucede, se ha constatado un descenso importante en el acuífero al que tampoco es ajeno el aumento en la explotación de las magnesitas de Borobia.
En esta compleja situación en la que confabulan los intereses mineros, los industriales y los de la ganadería intensiva, una buena parte de la población se siente desasistida. Las 15.000 cabezas de ganado que conoció esta generación en su infancia han desaparecido, los pastos se pierden y la vida en los pueblos se hace más difícil ante la inacción de una administración exigente con el débil y generosa con el poderoso.
En una próxima convocatoria social se avanzará en el desarrollo normativo de la Plataforma de Aguas del Moncayo.
Este es el escrito redactado desde la organización del encuentro:
El aprovechamiento inteligente de sus recursos puede suponer un motor de desarrollo para las personas y las iniciativas que pueden dar vida a las poblaciones que suministran. Por contra una explotación irracional puede causar un daño irreversible en una zona, ya de por sí, bastante mal tratada tanto desde la administración como por proyectos empresariales poco o nada respetuosos con el medio natural.
El propio Ayuntamiento de Tarazona, cuya anterior corporación era insensible a este problema, participó en el encuentro junto a representantes de Cueva de Agreda, Ólvega, Beratón y vecinos de las localidades próximas de Navarra.
La presión que está ejerciendo la industria radicada en Ólvega junto a los macro- proyectos de ganadería intensiva de Noviercas y la ampliación de las explotaciones extractivas de Borobia conforman un complejo conjunto de intereses que requieren una posición decidida de la ciudadanía para garantizar el equilibrio natural del que depende toda la zona.
En la reunión se puso de manifiesto la situación del embalse Del Val y su cuenca que, si bien cuentan con análisis aceptables en algunas zonas, atraviesa un proceso creciente de eutrofización debido a las toneladas de lodo industrial aportadas por Olvega.
Tanto el caso de la Piscifactoría como el aprovechamiento del ríos Queiles son el testigo de las viejas prácticas de la oligarquías que, en su momento crecieron al calor del franquismo y que hoy todavía están pendientes de un tratamiento político y social que garantice la equidad en el aprovechamiento del agua.
Lo cierto es que a día de hoy existe un intrincado nudo de intereses con continuos cambios en las solicitudes de explotación del acuífero para las explotaciones ganaderas que, rechazadas en la Comunidad Foral, se pretenden instalar en Soria. Mientras esto sucede, se ha constatado un descenso importante en el acuífero al que tampoco es ajeno el aumento en la explotación de las magnesitas de Borobia.
En esta compleja situación en la que confabulan los intereses mineros, los industriales y los de la ganadería intensiva, una buena parte de la población se siente desasistida. Las 15.000 cabezas de ganado que conoció esta generación en su infancia han desaparecido, los pastos se pierden y la vida en los pueblos se hace más difícil ante la inacción de una administración exigente con el débil y generosa con el poderoso.
En una próxima convocatoria social se avanzará en el desarrollo normativo de la Plataforma de Aguas del Moncayo.
Este es el escrito redactado desde la organización del encuentro:
De este tema se ha hablado con anterioridad en este blog:
https://mareaazuldearagon.blogspot.com/search?q=cueva+de+agreda
Sobre la Mina de Borobia existe mucha hemeroteca:
https://www.europapress.es/aragon/noticia-psoe-alerta-graves-afecciones-causaria-explotar-mina-borobia-20160814144657.html
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