sábado, 14 de diciembre de 2019

INNOVACIÓN Y AGUA: MUCHO ANUNCIO Y POCA GESTION


Este ha sido el artículo publicado en el Periódico de Aragón por nuestro portavoz José Ángel Oliván:
Al calor de la cumbre mundial sobre el clima que se celebra en Madrid, al gobierno de Aragón parece haberle entrado una extraña prisa por demostrar a los cuatro vientos su firme compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Comienza diciembre con la constitución del Consejo Aragonés del clima que anuncia  la promulgación de   una futura  ley de emergencia climática.  El Presidente Lambán enumera los retos hacia los que debe ir dirigida:  Las energías renovables, la movilidad eléctrica y los purines.  Resulta llamativa la estrecha relación entre estos objetivos y las grandes apuestas empresariales que en este momento se cuecen en Aragón:  la gestión de los derechos de instalación de energía renovables, la reconversión de la planta de PSA en Figueruelas y la implantación de grandes mataderos en Binéfar y Èpila.    
El verdadero objetivo de este Consejo se manifiesta en su configuración: los grupos de defensa medioambiental están ampliamente superados por los intereses empresariales. 
En su presentación el presidente Lambán olvidó algunos de los grandes retos que en temas medioambientales afronta nuestra comunidad y sobre todo del mayor de todos.  El Agua y su gestión sostenible.
Para terminar, el muy activo Comisionado para la agenda 2030 anuncia (otra vez un anuncio) que aprovechará la celebración de la Conferencia europea de Innovación y Agua para conseguir que Zaragoza vuelva a ser la capital europea de la innovación y el agua.  La palabra importante es “recupere”.  Es decir, se fue, pero ya no se es.  Pero este importante y emocionante anuncio de intenciones, contrasta con el sentido real de la Conferencia.  Cuando la batalla por el medio ambiente se mueve en el espacio de la supervivencia, la conferencia de Zaragoza se muestra como un encuentro de marcado carácter empresarial que, bajo la apariencia de una preocupación por la investigación para salvar al planeta, oculta, poco, la real intención de convertir la lucha contra la extinción en un gran negocio.  La mayoría de los participantes son empresas y los técnicos que trabajan o a los que les gustaría trabajar en ellas.  Un mercado de ideas y proyectos empresariales en los que el botín son los fondos que los ciudadanos van a tener que aportar para cumplir sus obligaciones en la captación, conducción, tratamiento, consumo, vertido y depuración de las aguas.  Es significativo, en este sentido, la exclusión de la RAPA de todos los debates y reuniones de la Conferencia. 
La RAPA quiere llamar la atención sobre esta estrategia de comunicación basada en anuncios reiterados de buenas intenciones que no ocultan su fuerte apuesta por el modelo de gestión empresarial que se aleja, sobre todo en el tema del agua, de los objetivos que la Conferencia Mundial está marcando y que señalan la importancia, cada vez mayor, de la toma en consideración de los derechos humanos como eje de toda política medioambiental y de la necesidad de revisar el modelo económico que nos ha llevado hasta aquí.
Lambán, su consejero Olona y su comisionado para la agenda 2030 no aplican las políticas que la Conferencia Mundial está demandando y más parecen un grupo de comerciales al servicio de los grupos empresariales intentando convencer a los aragoneses de que, realmente, todo lo hacen por el planeta.  Pero afortunadamente no lo están logrando y la ciudadanía de Aragón y sobre todo la de Zaragoza, no se deja engañar y seguirá exigiendo transparencia y negándose a pagar impuestos que como el ICA sirvan para mantener una concepción obsoleta de la lucha contra el medio ambiente.


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