EL PENDULO PÚBLICO-PRIVADO

En vísperas de la Conferencia de los días 18 y 19, en que deberemos trazar el camino que la RAPA quiere seguir en este futuro incierto que se abre ante nuestros ojos, no solo en lo que se refiere a Aragón, sino también en el resto del estado, la colaboración PUBLICO-PRIVADA se muestra de plena actualidad.

Las diversas administraciones oscilan, como un péndulo sobre el mapa de los modelos de gestión del ciclo del agua. Mientras en Madrid parece que la remunicipalización, iniciada por el consistorio de Manuela Carmena, pierde energía frente a los grupos constructores, en Galicia, su gobierno ha arrancado la tramitación del anteproyecto de ley por el que se creará una sociedad pública en la comunidad para la gestión "profesional y especializada" del ciclo completo del agua, con el objetivo de "ayudar" a los municipios en abastecimiento y saneamiento y, según sus promotores, abaratar los costes.

Sobre el mito de la "COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADO" existen tantas esperanzas como temores. Este sistema, en el contexto de crisis, fue considerado una solución al permitir inversión y financiación privada para acometer la construcción y explotación de infraestructuras públicas. Sin embargo ya en 2018, el Tribunal de Cuentas Europeo, en su informe de fiscalización puso en entredicho la utilización de la colaboración público-privada en su variante de las asociaciones público-privadas (APP) como vía de optimización de recursos bajo demoledoras críticas que apuntan a sobrecostes, insuficiencias generalizadas, gastos ineficaces, falta de transparencia y retrasos. La experiencia del Plan Aragonés de Saneamiento corrobora este análisis y debería servir de pauta para lo porvenir.
Esta infografía elaborada por los compañeros de la RAP ilustra la evolución de este modelo de organización y los aspectos negativos que encierra en su recorrido.