La intervención del nutrido número de ponentes ha dejado claro la gran implantación que el modelo extensivo tiene desde hace mucho tiempo, tanto en España como en Europa. Se considera un procedimiento sobradamente testado y de una gran fiabilidad que precisa, lógicamente de un riguroso estudio previo para poder optar por una u otra técnica del variado catálogo que forma parte de la depuración extensiva.
La Escuela de Ingeniería Agrícola de La Almunia ha presentado sus estudios de depuración con diversos cultivos de macrofitas que han contrastado con la experiencia que la totalidad de los ponentes han demostrado en sus intervenciones.
El IAA ha mostrado las líneas de actuación que persiguen con su trabajo que, si bien parecen en su redacción coincidir con la secuencia planteada desde la Red de Agua Pública de Aragón en sus propuestas de renovación del PASD, en su materialización, siguen muy lejos de alcanzar los objetivos de una depuración que rompa convincentemente con el modelo que formalmente, considera necesario reformar.
Para algunos asistentes es difícil de comprender el alto coste que se desprende de la depuración del Pirineo.
De igual forma, entre algunos grupos de asistentes durante la pausa, se encuentra una contradicción entre la idea de que el IAA sea el organismo que planifique, ordene y decida qué depuradoras se deben acometer, mientras se arbitra un modelo de concesiones de libre concurrencia que establece más un régimen de competencia que de planificación técnica.
De igual forma ha causado extrañeza que habiendo en funcionamiento en Aragón una depuradora extensiva desde hace 13 años, no se utilice su diseño y funcionamiento como elemento de análisis y de investigación. Se ha hablado únicamente de la Depuradora de Castelserás cuyo coste es mucho más elevado de lo que cabría esperar de una instalación de este tipo.
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