A esta manifestación de la tradicional y errónea manera de entender la relación del río con la gente que vive en sus orillas, ha dado respuesta el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio que recoge el artículo del profesor Alfredo Ollero y que se pregunta: ¿Cómo se puede denunciar a un río por ser río y ser como es?.
Destaca el artículo que la isla que se denuncia ha existido siempre y que para comprobarlo no hay más que verlo en fotografías aéreas antiguas.
Las apreciaciones de los concejales demuestran el escaso conocimiento sobre la dinámica un río como el Ebro.
Desde el ámbito científico no se puede permitir en un tema como este que se emitan opiniones sin fundamento que no sean respaldadas por criterios técnicos, ni que la prensa se haga eco de ello y que cualquier persona pueda leerlo y se lo crea. Sin duda estamos ante un caso más de falsedad mil veces repetida que, andando el tiempo se convierte en convencimiento colectivo.
Las acumulaciones de sedimentos no incrementan las inundaciones. Esto está demostrado científicamente en ríos como el Ebro. Los sedimentos en crecida están en tránsito y no ocupan sitio. Invertir en limpiar y dragar es tirar el dinero. Las restricciones ambientales y las directivas europeas no están ahí por capricho.
Recomendamos la lectura detenida de este artículo con el que la Red de Agua Pública se identifica plenamente.
https://geografia.unizar.es/noticias/alfredoollero
Más artículos del autor en: http://river-keeper.blogspot.com/
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