domingo, 21 de mayo de 2017

LOS SEDIMENTOS DEL EBRO Y EL DELTA

La existencia de 70 presas en toda la cuenca, construidas la mayoría entre los años 1950 y 1970 para garantizar el suministro urbano y de riego, domar las avenidas y generar electricidad, dificulta desde entonces el transporte de sedimentos aguas abajo y pone en peligro la supervivencia del delta del Ebro

Para contrarrestar la subsidencia natural del delta -su hundimiento en el terreno-, agravada ahora por el aumento del nivel del mar de las últimas décadas, sería necesario el aporte de entre uno y dos millones de toneladas de sedimentos adicionales que actualmente quedan retenidos en el fondo de los embalses, como subraya el programa europeo Life Ebro-Admiclim. Entre otros aspectos, este programa científico analiza y ensaya estrategias para favorecer el transporte de limos, arena y pequeñas piedras hasta el tramo final del río.


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