El Salón de Actos del Centro Joaquín Roncal ha contemplado su aforo en la primera Jornada de las dos previstas para hablar de las actuaciones que se han realizado desde la última gran riada del año 2015.
Una vez más se ha visto la necesidad de debate y consenso que existe en torno a la gestión de las riadas del Ebro. Una vez más se ha constatado que es preciso, posible y necesario crear espacios de encuentro para que los técnicos de las administraciones, los representantes políticos y la población en general, pueda conocer y valorar los modelos con que se planifica el aprovechamiento hidráulico.
Ha moderado el encuentro el subdirector del Periodico de Aragón, Nicolás Espada. En primer lugar Lorenzo Polanco, Jefe de Gestión Ambiental de la CHE, ha desgranado las obras realizadas desde el año 2015 hasta el momento. Un total de 16 millones € ha sido la cantidad destinada por la administración a este fin. De ellos 9 lo han sido a la adecuación de las motas que protegen los núcleos habitados y los campos de labor. El resto de ponentes ha explicado a los asistentes su posición en este complejo tema y ha concluido el turno de ponencias el Presidente del organismo de cuenca, Raimundo Lafuente. El turno de preguntas ha puesto de manifiesto las diversas visiones que se tiene del río lo que no debería implicar el sometimiento de una parte de sus habitantes con respecto a otros.
Desde que el Ebro discurre por su cuenca han cambiado muchas cosas en la vida de sus ribereños y se hace indispensable el dialogo colectivo para que el río siga siendo río y sus habitantes puedan mirarlo pasar sin miedo a las pesadillas.
Desde que el Ebro discurre por su cuenca han cambiado muchas cosas en la vida de sus ribereños y se hace indispensable el dialogo colectivo para que el río siga siendo río y sus habitantes puedan mirarlo pasar sin miedo a las pesadillas.
Los modelos económicos cambian y lo seguirán haciendo. El modelo de agricultura y de aprovechamiento hidráulico ha evolucionado desde la supervivencia a la agroindustria globalizada y todo debe conjugarse para que el río de mañana siga regando las huertas y alimentado la esperanza.
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