El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro se ha reunido con vecinos desalojados de la urbanización Lasaitasuna de Yesa y sus respectivos asesores técnicos para comunicarles pocas novedades respecto a su situación, habida cuenta de que llevan casi un año fuera de sus casas. Xavier de Pedro pidió a los vecinos de Lasaitasuna un plazo de dos meses más para poder ofrecerles toda la información sobre los estudios del deslizamiento y vislumbrar una solución, que se antoja compleja y con un evidente componente económico.
NOTA DE PRENSA
ResponderEliminarYesa, un año de desalojos
La Asociación Río Aragón y la Iniciativa Ciudadana YESA + NO, consideran que lo que ocurre en las urbanizaciones de Yesa, pese a su gravedad, tan sólo es la punta del iceberg de los gravísimos problemas que conlleva el recrecimiento de Yesa.
La CHE reconoce que en febrero de 2013 tuvieron “miedo” (X. De Pedro), que los trabajos no han ofrecido el resultado esperado y el deslizamiento sigue su curso. A renglón seguido pretenden seguir con el proyecto como si no pasara nada
Es intolerable que un año después del desalojo, la CHE siga mintiendo, manipulando la información y enterrando dinero público
No da soluciones a los propietarios de las urbanizaciones desalojadas e insiste en un proyecto de recrecimiento más inviable que el futuro de las propias urbanizaciones
El próximo 8 de febrero se cumplirá un año del repentino, urgente y opaco desalojo de 63 viviendas situadas en la ladera en que se apoya el estribo derecho de la presa de Yesa. El pasado 31 de enero todos los grupos del parlamento navarro pudieron constatar “in situ” la ruina irreversible que obliga a mantener cerradas 54 de las 103 que suman ambas urbanizaciones. Al propio tiempo escucharon la indignación de los desalojados, el temor de los que no lo han sido y el espacio fantasma en que la CHE ha convertido un lugar que antes era para vivir. Terminaron con la certeza de que las urbanizaciones están condenadas a la destrucción.
La CHE, como órgano de cuenca promotor y ejecutor del proyecto del recrecimiento de Yesa, es el máximo responsable de la vulneración de uno de los derechos fundamentales, como es el derecho a la vivienda. Los propios vecinos denuncian la soledad en que se encuentran y la profunda desconfianza que les merece un organismo que les ha engañado de forma sistemática y les ha ocultado la gravedad de lo ocurrido una y otra vez.
Tras 25 millones de euros, la ladera se sigue moviendo, y la CHE continúa en su huida hacia adelante haciendo caso omiso a la inseguridad e inestabilidad de la ladera derecha de Yesa y actuando con auténtica negligencia e irresponsabilidad. Prueba de ello es que ni tan siquiera puedan situar a ciencia cierta la amplitud y profundidad del deslizamiento o que la propia CHE, en palabras de geólogos que asesoran a los vecinos, tenga dos informes geológicos opuestos y compitiendo: uno diciendo que hay una falla inversa y otro que hay un pliegue con cierre sinclinal. Siguen sin querer saber el modelo geológico sobre el que trabajan, lo que provoca problemas y peligro de forma continuada. En esta ocasión se despachan diciendo que la culpa es de un paleodeslizamiento que no conocían y no supieron prever, cuando varios técnicos llevaban años apuntando esta posibilidad a trasvés de informes que se hicieron públicos. Lo que ocurre en las urbanizaciones, siendo gravísimo, tan sólo es la punta del iceberg de la gravísima situación en que se halla la cerrada de Yesa.
Todo proceso tiene un punto de no retorno. La CHE aún está a tiempo de retractarse en su posición enrocada e irracional, y buscar la mejor solución para evitar males mayores, pero el tiempo se acaba. Por ello, consideramos desde nuestras asociaciones que el grifo debe de cerrarse, no dando ni un euro más a una obra innecesaria, injustificada, megalómana y peligrosa que atenta contra la seguridad de las personas que viven aguas abajo del embalse y emplazamos a la CHE a actuar con sabiduría, anulando el proyecto del recrecimiento de Yesa.
Para finalizar recordamos que sigue pendiente la solución de los deslizamientos de la ladera izquierda, que un informe encargado por el propio ministerio cifraba en más de 81 millones de euros.
Que la naturaleza siempre termina ajustando cuentas es algo que nunca debemos olvidar y más tras constatar los virulentos episodios que estamos viviendo en los últimos tiempos.