Al mismo tiempo que la sequía comparta la primera página con las inundaciones de las últimas lluvias torrenciales, la irracionalidad hidráulica sigue plenamente de actualidad en Aragón, aunque muy lejos de las portadas de los medios de comunicación.
Los proyectos de Yesa y Mullaroya siguen su desarrollo y su cúmulo de iregularidades y afecciones a los paisajes y a las personas. Mientras las obras del trasvase del Jalón dejan secos los manantiales históricos en las faldas de la Sierra de Vicor, el Ayuntamiento de Sangüesa, el primer y principal afectado por el riesgo de catástrofe en el embalse de Yesa, aprueba sin votos en contra una moción que solicita abandonar la idea del llenado.
La sociedad civil requiere un buen número de jornadas de reflexión para conocer y evaluar las actuaciones que en materia de gestión hidráulica se están realizando en nuestra comunidad autónoma. En este blog estamos convencidos de que obedecen a una visión tristemente continuista que lejos de proyectarnos hacia el futuro que la emergencia climática está imponiendo, es un ejercicio de repetición de los viejos modelos que nos han traído a este paradoja que nos inunda de sequías.
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