En esta ocasión hay un nuevo ejemplo de la bipolaridad que padecen nuestro organismo de cuenca. Mientras por un lado plantea la ampliación de la EDAR de Ágreda, por otro prevé el aumento de la carga contaminante en sintonía con las ampliaciones industriales que se proyectan en Ólvega.
Desde el Ayuntamiento de Cueva de Ágreda
se oponen a la nueva autorización del vertido, abogan por la creación de un Parque
Natural del Moncayo y nos recuerdan que:
A lo largo de muchos años, Cueva de
Agreda viene dirigiéndose a Vds, pidiendo amparo ante las constantes y cambiantes
ideas del grupo REVILLA de explotar hasta el agotamiento, los ríos de la parte
alta del Moncayo (tanto Cueva de Ágreda como Beratón) para su industria.
Se están explotando más de 100 pozos (de
más 180 mts. de profundidad) en casas, chalets, fincas, naves e industrias, que
lógicamente merman notablemente, el caudal de las aguas subterráneas de Aragón;
además, se están multiplicando los vertidos debidos a la implantación de
multitud de instalaciones ganaderas que han repercutido en el secado de las
fuentes de los pueblos de la comarca y la bajada del nivel freático en más de
100mts. Esta realidad empezó hace unos 60 años y desde entonces, el grupo
Revilla sintiéndose respaldado por la administración, enlaza una idea agresiva
con otra más agresiva todavía, para el macizo montañoso como espacio natural y
para los pueblos próximos de la Comarca del Moncayo.
En este sentido, el futuro no se prevé
más optimista si miramos el ejemplo del proyecto de la macrogranja de
Noviercas.
El polígono industrial Emiliano Revilla
ha atraído industrias e instalaciones que otras comunidades autónomas, por
altísimo nivel de contaminación, han desechado. Este polígono genera millones
de toneladas de lodos industriales y necesitan un volumen de agua brutal, solo
para diluirlos y tratar de engañar a Aragón que lo recibe sin depurar, por
acequias sin canalizar, depositándose por el Cañón y barranco del Val en el
Pantano del Val, desde el año 2011………..
…………se hace difícil de entender que, en
una zona con recursos hídricos tan escasos, las Confederaciones de ambas
cuencas hagan dejación de sus competencias y eviten controlar el volumen de
agua que consumen.
……….Sorprende, que en un momento en que
la sensibilidad medioambiental define el discurso político y social y que las
directivas europeas determinan el propio ordenamiento legal del estado, las
administraciones castellano-aragonesas archiven cuantos documentos y recursos
les han dirigido los movimientos sociales y una parte de la ciudadanía de las tierras
del Moncayo, que también tienen derecho al desarrollo y al progreso.
De seguir la política de ampliaciones
industriales y grandes hornos crematorios sin un aval medioambiental, no solo
no se resolverá la brutal contaminación actual de nuestra tierra y de nuestra
agua, sino que también el aire limpio que un día respiramos pasará al recuerdo.
…………Nos creemos con el derecho a
preguntar y a exigir responsabilidades a los representantes locales,
provinciales y autonómicos que, llegado el momento, tendrían que asumir en que
basaron su decisión, de ocultar los datos oficiales que obran en su poder.
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