Lamentamos también
que Francisca haya fallecido sin que ningún responsable público ni de la
empresa, se haya dignado pedir perdón por toda la injusticia que amontaron a la orilla del río Ara y que la vieja política hidráulica siga en vigor por encima de todo tipo de gobiernos.
Los habitantes de Jánovas continúan sin recibir las compensaciones adecuadas y por eso la voz de Francisca seguirá escuchándose en las calles del pueblo que fue su vida.
Que su ejemplo y su coraje siga vivo en la lucha.
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