La actualidad nos lleva otra vez al Bajo Aragón. El desastre ecológico en 30 kilómetros del río Guadalope es de extrema gravedad. El pantano de Santolea, con 90 años de antigüedad, acumulaba cientos de metros cúbicos de lodos que han colapsado el río matando la vida de la fauna de manera irreversible. La Declaración de Impacto Ambiental y el proyecto contemplaban medidas para evitar esto, ahora se debe investigar con urgencia si no se tomaron, si estaban mal dimensionadas o si el agua se soltó demasiado rápido. La asociación Ríos con Vida lo ha denunciado y tanto la Fiscalía como la CHE (responsable de la obra) y el departamento de Medio Ambiente de la DGA estudian los daños.
La falta de sensibilidad que se manifiesta en esta actuación es la misma que se viene haciendo presente en todo el catálogo de fracasos hidráulicos y gestiones de dudosa rentabilidad que la administración central ha realizado en Aragón. El artículo de Julián Ezquerra hace un acertado repaso de la endémica irracionalidad hidráulica que sigue dominando. Desgraciadamente la hora de cambio de mentalidad con que termina el artículo no parece próxima.
http://www.diariodeteruel.es/movil/noticia.asp?notid=1012029&secid=2
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