LA ULTIMA CRECIDA DEL EBRO

La última crecida del Ebro ha puesto de manifiesto, una vez más, el riesgo de inundación para los municipios de sus riberas. Así lo afirma EbroNautas que critica que las defensas estructurales construidas en el pasado son “claramente ineficaces” para proteger los cascos urbanos y los campos de cultivo, y la alarma social “está justificada ante una situación que es cada vez más acuciante”.

Existe un importante consenso entre todas las partes implicadas en la gestión de las inundaciones del Ebro y sus afluentes: La prioridad fundamental es la protección de los núcleos urbanos consolidados, objetivo al que tanto colectivos ambientalistas como agrícolas han supeditado sus propios intereses”.

Para el profesor Alfredo Ollero las crecidas son una buena noticia para la salud medioambiental del río y considera que es perfectamente posible que el buen estado del río no sea contradictorio con una explotación racional de sus recursos.

En este enlace hay una detallada argumentación sobre la gestión de las riadas.

https://www.dropbox.com/s/tkz2jq2ygu664kn/Por%20qué%20NO%20hay%20que%20limpiar%20los%20r%C3%ADos_AOLLERO%20ET%20AL.pdf?dl=0