En la víspera de la manifestación en Jaca por una Montaña Digna que se sitúa entre el recuerdo y la vocación de futuro, parece oportuna una pequeña reflexión sobre personas y colectivos que hicieron y siguen haciendo cuanto pueden por el cambio de modelo vital que la naturaleza exige cada vez con más fuerza.
El final del siglo XX se produjo un encuentro afortunado entre el conocimiento científico y la conciencia popular del que surgió la idea de la "Nueva Cultura del Agua". Personas con un alto nivel de implicación social y de saberes en geología, economía o sociología, junto a habitantes de la montaña aragonesa saturados del expolio a que las políticas hidráulicas habían sometido a su tierra, coincidieron en la necesidad de un cambio de modelo. Un cambio de modelo centrado en aquel momento, en la lucha contra los grandes embalses del Pacto del Agua pero que se proyectaría más allá de esa lucha.
Era un momento social y político complejo de una España cambiante, entre esperanza y frustración, con el Euro a la puerta. Para muchos, 25 años después, la cosa no parece más favorable, ni para la montaña ni para el llano. En un momento en que la geopolítica mundial parece involucionar hacia forma de gobernanza autoritarias, es tan necesario como siempre una movilización ciudadana que abunde en la idea de un progreso de la humanidad por encima de la dictadura de los mercados.
Este cuarto de siglo transcurrido, guarda el recuerdo del trabajo generoso de mucha gente. Por no hacer una lista exhaustiva y aun a riesgo de dejar la mitad de la nómina en el tintero, viene a la memoria José Javier Gracia que recorrió los lugares de conflicto y plantó sobre el papel las ideas fuerza del movimiento. Javier Martinez Gil que bautizó el nuevo concepto y acuño el término de "Nueva Cultura del Agua" o Antonio Casas que lleva otros tantos años acertando sobre la irracionalidad del recrecimiento de Yesa que sigue embalsando dinero público ante el silencio indolente de varias generaciones de políticos, alguno de ellos con méritos suficientes como para pasar una temporada en prisión.
En la nómina de habitantes de la Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, ha tenido una trayectoria brillante que le ha llevado durante los últimos seis años a desempeñar el cargo de Relator Especial de las NNUU para el Derecho Humano al Agua y el Saneamiento.
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| "Cosiendo ríos". El arranque de la Red de Agua Pública de Aragón |
Precisamente este aniversario coincide con el fin de su oficio que concluye con un informe sobre el acceso al agua potable en el que pide una moratoria para los centros de datos. Y es que, si hace 25 años la exigencia de Dignidad venía marcada por la política hidráulica, hoy la desordenada implantación de energías renovables, hace necesario exigir el control y la mesura sobre el binomio AGUA-ENERGÍA. Hoy, como ayer y cómo siempre el derecho de las personas debiera prevalecer sobre los intereses de los mercados.
Esta reciente entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=8e8pLuuOvHA recoge bien la trayectoria de nuestro compañero y transversalmente, el ideario de la Red de Agua Pública compartido por otros muchos colectivos que han tejido una red de solidaridad y con los que estamos seguros de disfrutar mañana de un encuentro entrañable. Un recuerdo de lo pasado con una proyección ilusionada hacia un futuro que todavía está por escribir.
Hoy es siempre, todavía


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