El pasado día 10 de febrero, la
Red de Agua Pública de Aragón (RAPA) organizó un acto público al que convocó a
los partidos que conforman el Gobierno de Aragón (PSOE, Podemos, CHA y PAR),
así como a IU, que con su voto favorable permitió la investidura de Javier
Lambán como Presidente de Aragón.
En el acto comparecieron
representantes de Podemos y CHA, a los que agradecemos públicamente su
asistencia, lamentando profundamente la ausencia del resto de partidos
convocados. Esa actitud,
lamentablemente, confirma la actual estrategia política del Gobierno de Aragón
de guardar silencio respecto a las decisiones que afectan al Impuesto sobre la
Contaminación de las Aguas (ICA) y despreciar el clamor ciudadano representado
por los casi 90.000 recibos impagados en Zaragoza, por tercer año consecutivo.
Parece que las estrecheces
presupuestarias por las que pasa la Comunidad Autónoma son razón suficiente
para rechazar el diálogo que la RAPA siempre ha ofrecido como vía de consenso
para alcanzar soluciones que respondan a las demandas sociales y despreciar a
la opinión pública aragonesa.
Las esperanzas que RAPA depositó
en los acuerdos que sostienen al actual gobierno de Aragón se están viendo
truncadas, si atendemos a los argumentos que los representantes de Podemos y
CHA expresaron en el acto público.
Según sus declaraciones, se está
trabajando en alternativas al ICA, pero no pudieron aclarar cuál era el
calendario previsto para implantar esas alternativas ni si supondría la
modificación de la actual ley de Aguas y Ríos de Aragón o la aprobación de una
ley tributaria independiente.
Se afirmó que el Gobierno de
Aragón va a asumir con su presupuesto general una aportación de entre 12 y 15
millones de euros para el sostenimiento de los gastos de depuración, pero los
presupuestos recientemente aprobados desmienten esa afirmación, puesto que se
siguen previendo los mismos ingresos por ICA que en años anteriores y no se han
contemplado gastos para depuración en el presupuesto de la Comunidad Autónoma
para 2020.
También se intentó justificar
que las depuradoras del Pirineo se financien con los ingresos del ICA “para
no tener que devolver la subvención de 142 millones de euros al Estado”. Sin embargo, con esa subvención se pagaron
multitud de obras que no tenían la consideración de “interés general”,
beneficiando a unos pocos con el dinero que era para todos. Por tanto, es de justicia que, si antes no se
destinaron, sea ahora cuando se utilicen los recursos propios de la Comunidad
Autónoma para costear las inversiones que siguen siendo de interés general, sin
obligar a toda la ciudanía a financiarlas a través del pago del ICA.
Recordamos que la propuesta que
RAPA trasladó al anterior Gobierno de Aragón pasa por plantear que ningún
aragonés pague por los servicios vinculados a la depuración de aguas residuales
más de la media nacional.
La aportación de la ciudadanía
se compondría, de una parte, de una tasa aplicable a los consumidores de las
poblaciones a las que el Instituto Aragonés del Agua (IAA) presta el servicio
de depuración. Por otra parte, cabría
establecer un impuesto, con una capacidad recaudatoria mucho menor que la tasa,
que se aplique sobre los caudales suministrados por los municipios aragoneses,
como cuota de corresponsabilidad (que no de solidaridad) para conseguir el buen
estado ecológico de las masas de agua de Aragón. Ese impuesto debería contener estímulos para
favorecer la gestión municipal directa y la mejora de la eficiencia en la
depuración.
Finalmente, la Comunidad
Autónoma debería cubrir con su presupuesto general la parte del gasto de
depuración que supere lo recaudado por tasa e impuesto, asumiendo los
sobrecostes que se derivan del modelo de depuración adoptado en Aragón,
consecuencia de decisiones erróneas de anteriores gobiernos autonómicos. Según los datos que maneja RAPA, la
aportación del Gobierno de Aragón equivaldría, como máximo a un tercio de lo
que se ha dejado de ingresar en 2019 por el impuesto de sucesiones.
BOCHORNO, VERGÜENZA, ausentes sin aviso P$oe y PAR, 2 partidos del actual gobierno de Aragón, cómplices del despilfarro del PASD y malas prácticas en el IAA, desde los inicios. La versión de CHA como si no supieran nada, justificando el desastre sin argumentos, ni críticas, PODEMOS... más de lo mismo, ¿parte de la RAPA? siento vergüenza del conformismo que da la seguridad de un sillón de mando con período de caducidad
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