La secuencia es la siguiente:
- En 2005 el ayuntamiento cede sus competencias, en materia de depuración al IAA para que este haga frente a la construcción de la EDAR.
- En este periodo debería haber habido reuniones de seguimiento del convenio firmado para evaluar su evolución. Estas reuniones no tuvieron lugar.
- Las obras se adjudican en 2008 pero no comienzan hasta mayo de 2015.
- En diciembre de 2012 el concejal de CHA pregunta porqué no se contempla la instalación de una depuradora extensiva. Se responde que no ha lugar a ello porque ya se han estudiado las alternativas posibles y la que se ha elegido es la mejor. Además se dice que ya está la obra comenzada, cosa que no es cierta. A este respecto hay que decir que, a día de hoy, el propio IAA contempla la depuración extensiva como la más viable para municipios menores de 3000 habitantes equivalentes.
- La depuradora no está operativa hasta septiembre de 2016.
En esta dilatada secuencia temporal ha habido tiempo para varias opciones:
- Pedirle al IAA que hubiera resuelto la concesión con DRACE por incumplimiento de plazos y reiniciar el proceso de diseño de la EDAR.
- Denunciar el convenio con el IAA y recuperar las competencias de depuración.
- De no haberse dado lo anterior, al menos haber consultado al equipo jurídico sobre las opciones que se podían haber contemplado en ese periodo de tiempo.
La EDAR de Benabarre ha sido construida por DRACE (ACS / DRAGADOS) y asciende a 1.363.000€ (*) y obliga a la explotación por parte del concesionario durante 20 años con un coste de mantenimiento estimado en unas 20 veces superior al de una depuradora extensiva. Este coste deberá ser sufragado a través del ICA que pagaremos todos los aragoneses, incluidos los habitantes de Benabarre.
Esta descripción de hechos no es una rareza de Benabarre. En las 13 zonas del Plan Especial de Depuración se ha optado por los mismos modelos tecnológicos y parecidos procedimientos administrativos. La suma de todo ello completa un modelo general sobredimensionado y entregado a la iniciativa privada que debe obtener de todo este proceso, no solo la financiación para realizar la depuración, sino su propio beneficio como empresa. Esta claro que, sin pensar en sombras de corrupción, el mero beneficio empresarial ha convertido la depuración aragonesa en un lucrativo negocio orquestado por los sucesivos gabinetes del Gobierno de Aragón que ha hecho de intermediario entre el dinero público y el beneficio privado. A la hora de pagar se aplica el antiguo dicho de “ a escote no hay nada caro” y a otra cosa. Bastará echar mano de palabras como “solidaridad” para que, en poco tiempo, todos lo consideremos como algo cotidiano e inevitable.
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