Antes de salir de Caspe, una larga conversación
con varios empresarios de la localidad, pone de manifiesto una tendencia que ya
hemos visto en otros municipios. La extensión del negocio del agua también al
abastecimiento para, de esa forma,
alcanzar el control del ciclo integral del agua.
El caso de Caspe presenta una cierta complejidad.
El consistorio, seguramente con buena intención, desea mejorar el servicio de
abastecimiento que en la actualidad no reúne las condiciones idóneas. Solicita
asesoramiento al IAA y, según nos dicen, este propone dos opciones: dar
servicio de agua de boca desde el canal de Monegros con una instalación que
traería el agua por su propio peso o una instalación de ósmosis inversa a
partir del agua del Ebro con dos bombeos y un gran consumo energético. De ambas
opciones el IAA se inclina por la segunda y el Ayuntamiento, confiado en el
criterio del instituto sigue su consejo.
De entrada, de ser esto así, vemos que la
realidad contradice las manifestaciones de los responsables del IAA que
presumen de caminar hacia un cambio de modelo en cuanto a las soluciones
tecnológicas y de contratación. Lo cierto es que, también en este caso, se opta
por un modelo de CONTRATO DE OBRA PÚBLICA con una gran empresa (AQUALIA) que es
la única capaz de mantener una infraestructura tan tecnificada. Nuevamente
caemos en el circulo vicioso de optar por infraestructuras complejas desde el
punto de vista tecnológico y constructivo y luego justificar que solo las
grandes empresas puedan optar a su
licitación. Desde este hermoso mes de marzo en ruta por Aragón, percibimos que
la Consejería de Desarrollo Rural y Sostenibilidad opta por seguir el consejo
del GATOPARDO: cambiarlo todo para que todo siga igual.
La CARAVANA POR EL AGUA PÚBLICA ha atravesado hoy
cuatro comarcas hasta llegar a Andorra, un pueblo y una gente que ha escrito
con carbón su pasado y deberá buscar en las raíces de sus minas un futuro
siempre complejo. En el Centro de Estudios Ambientales ITACA hemos sido
recibidos por la alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, y hemos podido
compartir pensamiento y opiniones con gentes de Izquierda Unida, Podemos y
Chunta Aragonesista y otros vecinos de la localidad. Hemos hablado de cómo trabajando
juntos para defender el sentido común por encima de las naturales diferencias
políticas podremos recuperar la gestión municipal del agua y desarrollar nuevos
modelos orientados al bien común y no a los intereses cada vez más voraces de
las multinacionales del agua.
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