Las limpiezas de la Estación de bombeo de aguas del Ebro a la
potabilizadora de Casablanca en los días pasados, ha originado, por falta de
una gestión adecuada de esas limpiezas,
un grave problema al lado del Centro Ambiental del Ebro.
En primer lugar esto surge por una falta de
conciencia de algunos ciudadanos que
utilizan el inodoro como un lugar donde arrojar muchos productos higiénicos.
En especial, en estos últimos años, se
ha agravado por el uso de las toallitas húmedas, muy empleada en
limpieza de bebés y mayores, que se arrojan directamente al inodoro. Éstas se
acumulan en los sistemas de rotación de depuradoras y estaciones de bombeo y
están ocasionando, además de pérdidas económicas, el que no funcionen los sistemas operativos.
Hace falta que, a nivel estatal, los organismos competentes regulen las
normativas del uso de estos productos higiénicos. Se llega al caso de que en
productos de una gran cadena de supermercados se recomienda en las etiquetas no
tirar más de una toallita por cada descarga de la cisterna en vez de estimular
el arrojarla al cubo de basura.
Pero a ello se ha unido la falta de previsión
en la gestión por parte de la Sociedad Pública Ecociudad en la limpieza de la
Estación de bombeo. Los restos de la limpieza han salido por tres clapetas
próximas al puente de la Almozara y Parque de San Pablo. En este lugar hay un
brazo de río que con el estiaje no tiene flujo de las aguas y durante al menos
cuatro días han salido las aguas residuales con restos de productos higiénicos
que está provocando malos olores y un foco de posibles problemas sanitarios
además de la contaminación del río. Urge que se limpie en el plazo más breve
posible.
Estos problemas son recurrentes en los tres
ríos y en especial cuando hay fuertes tormentas que aportan un gran caudal en poco tiempo. Solucionarlo exige
grandes inversiones que la maltrecha economía del Ayuntamiento tiene difícil asumir.
No viene mal recordar que, si finalmente los zaragozanos tienen que pagar catorce millones al Gobierno de Aragón por el agujero negro de la depuración aragonesa cuyos costes ya pagamos los zaragozanos desde hace
veintitrés años, será muy difícil asumir esos gastos.
Pero los temas del agua son prioritarios en
cualquier ciudad. Y además la realidad exige que la dirección de la sociedad pública Ecociudad sea más eficiente y diligente. Ello supone una
reorientación administrativa de la gestión del agua a nivel del Ayuntamiento. Con todo y a pesar de todo este problema hay que resolverlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario