¿DÓNDE ESTÁ LA CÁMARA
OCULTA?
Leemos con estupor en la
prensa aragonesa que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha abierto
expediente sancionador a los municipios de Canfranc y Villanúa, por verter sus
aguas residuales sin depurar al río Aragón.
A quién no conozca los
detalles, puede que le parezca muy bien que el Estado se preocupe por la salud de
nuestros ríos e imponga sanciones a los municipios que hacen dejación de sus
responsabilidades. Lo que ocurre
es que la realidad es muy distinta.
Canfranc y Villanúa, como la
mayoría de los municipios de Aragón, han cedido sus competencias en materia de
saneamiento a la DGA, a través del Instituto Aragonés del Agua (IAA). Esa cesión se hizo de buen grado en
algunos casos y en otros, no tanto.
De hecho, todavía quedan unos pocos municipios que se resisten a
someterse al poder de la Comunidad Autónoma, entre ellos Zaragoza.
El Plan de Depuración del
Pirineo es un ejemplo de lo mal que se han hecho las cosas para diseñar,
construir y gestionar las infraestructuras de depuración de Aragón. La depuración de los ríos pirenaicos,
con un presupuesto de 128 millones de euros, fue reconocida de "interés
general" por la Ley 10/2001, del Plan Hidrológico Nacional (hace ya 15
años), lo que debería haber permitido que esas obras se construyeran con
financiación del Estado al 100%, a un coste ínfimo para los aragoneses.
Con esa finalidad se firmó
un Convenio de Colaboración entre la DGA y el Ministerio de Medio Ambiente en
el año 2008, a través del cual se le han transferido a la DGA 142 millones de
euros en el periodo 2008-2016. Ese
convenio incluía una comisión de seguimiento para adoptar los acuerdos sobre
las obras a financiar y, ¡curiosamente! el Presidente de la CHE forma parte de
ella, con la función expresa de: "informar
a la Comisión (…) del desarrollo de las actuaciones previstas en este Convenio
(…) y en particular, en su caso, de los desajustes que se puedan producir
respecto a lo establecido en este Convenio." Por tanto, es corresponsable del estado
de la depuración en el Pirineo.
La DGA ha preferido destinar
el dinero del convenio a otras obras "porque
la subvención estatal no se adaptaba al modelo de gestión por concesión de obra
pública" por el que se había optado. Eso quiere decir que, si nadie lo remedia, la financiación
y la construcción de esas depuradoras se las tendremos que pagar a empresas
privadas, cuando nos las podíamos haber ahorrado.
Lo grave es que la mayoría
de los pueblos del Pirineo están sin competencias en depuración, sin
depuradora, pagan el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) al IAA desde hace años y, además, pagan
a la CHE el canon de vertido con los mayores recargos por contaminación. ¡Y
encima quieren multarles!
Este caso es un ejemplo más
de por qué La Red de Agua Pública de Aragón (RAPA) se opone al Plan Aragonés de
Saneamiento y Depuración y al I.C.A.
Si no fuera un asunto que
provoca tanta impotencia, rabia e indignación, parecería un sketch surgido de la mente calenturienta
de un guionista de programas de bromas pesadas. ¡Ojalá que a los vecinos de Canfranc y Villanúa se les
pudiera acercar el Consejero del ramo de la DGA y con amplia sonrisa les
dijera: alégrense y miren al frente, que es una cámara oculta!
De momento la cosa no tiene ni pizca de gracia.
http://www.pirineodigital.com/noticia.php?idnot=2355
http://arainfo.org/2016/04/cha-exige-a-la-che-el-archivo-de-los-procedimientos-sancionadores-contra-ayuntamientos-del-pirineo-por-verter-aguas-residuales/
De momento la cosa no tiene ni pizca de gracia.
http://www.pirineodigital.com/noticia.php?idnot=2355
http://arainfo.org/2016/04/cha-exige-a-la-che-el-archivo-de-los-procedimientos-sancionadores-contra-ayuntamientos-del-pirineo-por-verter-aguas-residuales/
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