Desde que en 1983 se aprobara el
proyecto de Recrecimiento del Embalse de Yesa, han cambiado tantas cosas que el
más elemental sentido de cautela debería aconsejar el replanteamiento de su
diseño, idoneidad e intereses.
En estos más de 30 años no solo
ha cambiado (o debería haber cambiado) el modelo de política hidráulica, el
propio modelo de agricultura que podía demandar el regadío en su momento, tiene
poco que ver con la agricultura de tiempos de Joaquín Costa. La entrada en la
Comunidad Europea, los cambios en el mercado agrario y el propio cambio
climático han introducido variables desconocidas en los años 80 que deberían
obligar a la administración a adaptar su modelo y su metodología.
Durante este tiempo se ha
utilizado a la población zaragozana como excusa para justificar el
recrecimiento. La realidad es muy distinta y ha demostrado que el
abastecimiento de agua de Zaragoza no está ligado en absoluto a esta obra que
se diseñó, junto a otras, como reservorio de cabecera para un trasvase de
cuenca que periódicamente salta a la actualidad aragonesa.
Para hablar y compartir sobre
este viejo contencioso social se ha organizado en el Centro Joaquín Roncal el
próximo día 30 a las 18,30h. un ENCUENTRO CIUDADANO e el que intervendrán
Enrique Gracia, Antonio Casas y Antonio Aretxabala.
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