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viernes, 8 de abril de 2022

DESDE NOVIERCAS. LA MACROVAQUERÍA UN PELIGRO TAMBIÉN PARA ARAGÓN

La "Raya" del Moncayo es frontera no solo entres dos CC.AA. sino también entre formas distintas de concebir el desarrollo, el progreso y el derecho de las personas a las que pueden afectar la gestión que se haga de sus recursos naturales. A través del nuevo Plan Hidrológico la Confederación Hid. del Duero reconoce la vulnerabilidad del acuífero que podría abastecer al mega-proyecto de explotación de vacuno de leche de Noviercas.

En este sentido, la Asociación Hacendera ha emitido la nota de prensa que reproducimos en esta entrada:

Los estudios hidrogeológicos dan fe de que el acuífero Araviana puede disponer de la cantidad de agua que necesitaría la instalación proyectada, pero apuntan igualmente su fragilidad y vulnerabilidad a la contaminación. Ambas realidades eran conocidas hace tiempo.

El propio informe de la CHD habla del ya elevado contenido en nitratos de la masa de agua y de su especial vulnerabilidad. Dice literalmente que los puntos de control de la red de seguimiento del estado químico "revelan unos valores de concentración de nutrientes anormalmente elevados para la escasa afección que parece sufrir la masa con promedios de 15 mg/L en Pozalmuro y 25 mg/L en Noviercas". Esas concentraciones son "especialmente llamativas" para la CHD porque "la concentración de nitratos suele disminuir con la profundidad de los acuíferos" y sin embargo se han medido en sondeos profundos. Recordemos que el nivel máximo de nitratos permitido para el agua de boca previsto en el nuevo Real Decreto deberá ser de 37,5 mg/L.

Conviene recordar que España, tras ser amonestada en varias ocasiones por no haber sabido proteger sus aguas de la contaminación por nitratos, se encuentra denunciada ante el Tribunal de Justicia Europeo por el incumplimiento de la Directiva europea relativa a este tipo de contaminación. Es escandaloso el creciente número de pueblos españoles, 12 en el entorno geográfico de la instalación proyectada, con graves problemas de abastecimiento de agua de boca.

Cabría preguntarse cómo se articula la necesidad de reducir la cantidad de nitratos en un 25 % con objeto de conseguir mantener la calidad de esa masa de agua con la concesión de agua para una actividad eminentemente contaminante.  Resulta, cuanto menos, contradictorio por no decir irresponsable que, en estas condiciones, la administración castellana con el beneplácito del organismo de cuenca, favorezca el crecimiento de la ganadería industrial que ha quedado sobradamente probada como una de las principales causas de esta contaminación.   

La altísima probabilidad, de que el millón y medio de litros por día de líquidos residuales (más de media piscina olímpica) producidos por esa inconmensurable explotación ganadera industrial acaben infiltrándose en un suelo de naturaleza kárstica - una roca caliza cuajada de orificios y grietas interconectados - y contaminando gravemente el acuífero Araviana, reclama, en aras al respeto del principio de precaución, la decisión de protección de la calidad de esa masa de agua.

En esa zona, dada su realidad hidrogeológica, la única fuente de agua que puede garantizar el futuro del territorio es su acuífero que, por otro lado, tiene puntos de descarga en la cuenca del Ebro. 

Las masas de agua de Aragón que tienen su origen en este acuífero corren el serio peligro de verse afectadas en sus caudales pero, lo que es aún más grave, también por la indefectible e irreversible contaminación del acuífero. Este acuífero es, con toda seguridad, la garantía del mantenimiento de la vida en un contexto de emergencia climática y de profunda crisis energética que debería obligar a los responsables de la gestión del recurso a garantizar su buen estado. 

La empresa promotora describe el suyo como un proyecto de vertido cero pero la experiencia acumulada califica esta afirmación como intencionadamente inexacta. Se habla de una depuradora que convertiría los digestatos (los purines una vez extraído metano por fermentación, pero con la misma carga de nitrógeno que al inicio del proceso) en agua apta para riego. 

Indudablemente, tecnologías como las propuestas pueden reducir el contenido en nitrógeno pero, una depuración que reduzca el nitrógeno hasta los niveles expuestos es algo que no se ha hecho en explotaciones industriales de gran tamaño porque resultaría inviable tanto técnica como económicamente. La desnitrificación de fluidos con alta carga de nitrógeno está desaconsejada e incluso prohibida por la UE en algunos casos por su alto riesgo de emisiones de óxido nitroso (N2O), un gas con un papel importantísimo en el calentamiento global con un poder de producir efecto invernadero 300 veces mayor que el del CO2. Y así lo explicamos en los informes técnicos detallados realizados por expertos en la materia, en las reuniones que se han mantenido con los responsables, tanto de la CHD como de la Consejería de Medio Ambiente de la JCyL. 

En apoyo a nuestras tesis, nos prestamos a reunirnos con los técnicos de la empresa para contrastar y debatir públicamente la metodología de trabajo que plantean. Por mucho que el papel pueda sostenerlo todo, una cosa es la intención y otra, no siempre en sintonía, la realidad de los hechos. 

De todo cuanto hemos argumentado se deduce que no puede eliminarse el elevadísimo contenido en nitrógeno de estos fluidos que van a acabar indefectiblemente en parcelas cercanas a la explotación donde se transformará en nitrato.  

Tenemos el convencimiento y así lo seguiremos argumentando públicamente de que no se puede hipotecar para siempre el desarrollo de la zona e incluso el abastecimiento de agua potable en previsibles y esperables procesos de sequía. Este sería un comportamiento muy lejano al mínimo principio ético de relación entre el interés público de una mayoría de la población y el económico de un grupo minoritario.

Aunque la disponibilidad cuantitativa del recurso pudiera permitirlo, la preservación de la calidad de las aguas subterráneas, especialmente vulnerables, debe prevalecer sobre cualquier otra exigencia y son las instituciones las que deben ser garantes del derecho fundamental al agua potable de los pueblos y del cumplimiento de las directivas europeas transpuestas a las leyes nacionales. 

La concesión de agua a este proyecto ahonda, aún más, en esta desprotección y falta de cuidado de las masas de agua y, por tanto, en el incumplimiento de las directivas. 

Si la cordura y prudencia es ajena al pensamiento de nuestras administraciones deberemos acudir a las instancias de la Unión Europea para garantizar la protección del medio natural que se conculca y el derecho de la colectividad por encima de los intereses particulares. 

El escenario de transición ecológica y energética impuesto por la emergencia climática obliga a definir un marco especial de gestión hidrológica en el que el principio de precaución acompañe a la legalidad que ha podido ser eficaz hasta este momento. 

La carencia de personal, de presupuesto y de voluntad política para garantizar el cumplimiento de la legalidad y los condicionantes exigidos a las empresas ha sido la causa de los más graves ecocidios de nuestro país. 

Las explotaciones ganaderas de la costa murciana, por citar un caso emblemático, pueden tener sus autorizaciones y haber cumplido en su momento la legalidad vigente para ser autorizadas, pero algo ha debido de pasar, algo se ha hecho mal para que ahora se esté considerando el Mar Menor como un ecosistema prácticamente muerto. En Noviercas o en Murcia está en juego la salud de las personas, la vida de los ecosistemas naturales y el futuro del territorio y es ahora el tiempo para que las personas y las administraciones seamos conscientes de esa realidad y actuemos en consecuencia.

Agradecemos desde aquí el buen trabajo realizado por la Asociación Hacendera a quien nos une el objetivo de garantizar el buen estado de unas masas de agua imprescindibles también para Aragón. 

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