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miércoles, 17 de abril de 2024

PALABRAS QUE CONTAMINAN EL AGUA

En el embalse de papel. Pilar Iturralde 2022

La esfera política es prolija en el uso y abuso de medias verdades (cuando no plenas mentiras), datos sesgados, gestos inapropiados, declaraciones falaces e insultos que quieren ser originales y acaban siendo solo insultos; todo una industria de la comunicación que como cualquier industria, dada la toxicidad de los materiales utilizados, genera una gran contaminación en el ecosistema de la convivencia social.

Y tal como sucede con la contaminación industrial que siempre termina afectando, de una forma u otra, a las masas de agua en los ecosistemas naturales, la contaminación comunicativa también finaliza su trayecto tóxico en el agua. Tal vez por su supuesta cualidad de soporte de la memoria del planeta, este elemento de la naturaleza es tan sensible a la toxicidad de las sustancias físicas como a las palabras sin alma con que algunos especímenes humanos, que han olvidado que son agua que piensa, construyen su imagen pública al mandato de la oligarquía que le ha vendido una mascara sonriente y un catalogo de vaciedades para seducir a las masas. 

Bien sea por su escasez o su abundancia, en tiempo de estío o de avenida, al agua acaba por recoger la simpleza, la ignorancia y la mala intención de variados personajes de la política que tras un hiper individualismo neoliberal ocultan su marcado narcisismo. Pretendiendo ser expertos en gestión del agua resultan ser, más bien, esperpentos acuáticos que no dudan en afirmar en el Congreso de los Diputados que, por culpa de los ríos "España pierde cada año muchísima agua. Hectómetros cúbicos que son vertidos al mar sin motivo alguno” . 

Pero si grave resulta que alguien que exhibe el mismo nivel de conocimiento en asuntos relacionados con la economía, llegue a representar a los españoles, más grave parece al sentido común que haya españoles deseosos de ser representados por semejantes abogados de secano que por su propia titulación, se desenvolverán malamente en el agua.

Desgraciadamente estos comportamientos no son una rareza en la actualidad informativa y periódicamente a la llamada del oportunismo electoral, que es una constante nacional, no faltará algún presidente de comunidad autónoma que pretenda sacar del archivo muerto de la historia los embalses que, lastrados por la irracionalidad, no pudieron salir a flote en el pasado de la mano de sus antecesores. Deben de confiar estos activistas de trumpismo baturro en que su sonriente falsedad resulte irresistible para su parroquia y que así pueda seguir ocupando asiento en cortes o senados para mantener vivos los intereses de la estirpe dominante a la par que se mueve el dinero público de aquí para allá para financiar sus negocios. Sean estos: energías renovables supernumerarias, corredores de hidrógeno ineficaces, plantas pirenaicas de baterías de litio, autopistas eléctricas para exportar esta hipermodernidad energética o embalses imposibles, lo importante es sostener un relato que soporte una fantasía de eficacia pública que, a poco que se rasque la apariencia, está muy lejos de la realidad.

La ciudadanía ya parece acostumbrada a que la política nacional sea más un pulso entre las élites por ver quien gobierna que un debate sobre la gestión de lo público y a que se haga todo lo posible para desgastar al gobierno central mintiendo, bien con la ilusoria construcción de unos embalses  o con la supuesta destrucción de otros que se dice, sin ningún rigor, puedan perjudicar al abastecimiento de la gente y al regadío de los campos. Sería muy deseable que nuestros representantes públicos tuvieran un conocimiento más preciso del ciclo del agua en el planeta, de los valores de un río que van mucho más allá del factor productivo y, ya puestos a pedir, un acercamiento mucho más preciso a la realidad de las cifras reales del agua y de qué manera habría que afrontar el reto climático que, por encima de presidentes autonómicos o abogados de secano impone una realidad escasamente atendida cuando no, abiertamente negada.

Más información:

https://www.informacion.es/medio-ambiente/2024/04/15/demoler-barreras-recuperar-rios-espanoles-101076721.html


Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula 

y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.

Denis Diderot



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