EL GERANIO DEL PAULAR DE BOROBIA

La primavera no solo es cosa del Corte Inglés. Las laderas de la Sierra de Tablado estos días están llenas del geranio del Paular. Es esta planta un endemismo del Sistema Central que se encuentra catalogado en peligro de extinción por el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular de España y solo puede encontrase en  zonas muy determinadas como el Valle del Lozoya en Madrid, las Sierras de Alto Rey y Bulejo, en Guadalajara y el territorio sobre el que se asienta el interés de la ampliación de la mina de Borobia.

Recibe su nombre común y también el científico "paularense", precisamente por la ubicación de sus ejemplares en el ámbito de El Paular, en referencia al Monasterio de Santa María de El Paular, en pleno Valle del Lozoya, en la Sierra de Guadarrama. Aunque la mayor población con mucha diferencia está aquí en el tablado. El tablado es un paraíso de esta planta en una zona extensa que va desde la ermita de la virgen De los Santos cerca del pueblo, al límite con la cueva y Beraton al norte, con Purujosa al este y Pomer al sur. Estamos ante o una de las especies más amenazadas y de mayor valor biogenético del territorio nacional.

El geranio del Paular es una planta de porte rastrero con hojas parecidas a las del perejil, habituales en muchos geranios silvestres. Los tallos miden entre 10 y 20 cm. Las flores alcanzan los 3 cm y son de un color entre rosado y blanquecido, –algunos de los ejemplares que he podido ver tenían flores con un color rosa muy marcado y en otros eran casi blancas. Florece entre los meses de abril y junio, dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad de cada año y su  existencia corre un serio peligro debido a la ampliación de la mina de Magnesitas que reconoce en su estudio de impacto ambiental que destruirá miles de individuos. Además de ocupar el centro del entorno de esta planta y modificar el ecosistema.

Se puede ver en los bordes de los caminos en los que sobreviven muchos ejemplares y la ampliación o arreglo de caminos ocasiona importantes pérdidas. Un ejemplo reciente es que la mina ha destruido una gran parte de un núcleo de esta planta al realizar las obras de asfaltado del camino.

Ahora es uno de los mejores momentos para observarla. Os invitamos a disfrutarla cuando las condiciones lo permitan y a ayudarnos a protegerla. Puede que mucha gente solo sea capaz de ver una flor pero afortunadamente, cada vez son más lo que saben respetar y disfrutar la biodiversidad.

Nunca la sabiduría dice una cosa y la naturaleza otra.

Juvenal Sig. I (d.c)