¿SE DEROGARÁ EL ICA,.....? ¿Y DESPUÉS........?

Con respecto al anuncio que el pasado viernes 30 de octubre hizo el presidente de Aragón en el transcurso del debate sobre el estado de la Comunidad, es poco lo que podemos manifestar porque no disponemos del detalle del modelo con que se piensa materializar esa intención.

Puede que pequemos de ingenuos, pero hubiéramos esperado del Gobierno de Aragón una mayor consideración a la RAPA como un interlocutor más en el proceso de negociación de un nuevo modelo de financiación, ya que en otros foros sí que solicita el apoyo y la participación de los movimientos ciudadanos en materia medioambiental. Esta actitud de la institución autonómica entra en colisión con el principio de transparencia y con la gestión de una sociedad participativa.

Las informaciones que nos llegan sobre lo que podría conformar el nuevo impuesto que sustituiría al ICA (el IMAR), no animan al optimismo y apuntan a que el Gobierno de Aragón sigue reacio a disminuir los ingresos provenientes del actual ICA.

Las ideas fuerza esgrimidas por el Presidente de la Comunidad Autónoma en el debate sobre el estado de la Comunidad siguen reforzando el mantenimiento de una única figura tributaria, eludiendo la imposición de una tasa a quienes reciban el servicio de depuración de manos del Instituto Aragonés del Agua, para que el resto pudieran aportar en base a un impuesto mucho menor, puesto que ya pagan a sus ayuntamientos el servicio de depuración.

Tampoco ha asegurado un techo a los futuros incrementos de las tarifas, asumiendo que los aragoneses no paguen más de la media del Estado por la depuración de sus aguas, tal y como reclama RAPA desde el principio.

Nada ha dicho sobre el refuerzo de la autonomía y corresponsabilidad municipal en la gestión del ciclo integral del agua, ni de la revisión del propio Plan Aragonés de Saneamiento y de Depuración (PASD).

Y, por supuesto, en ningún momento ha reconocido los errores cometidos por anteriores gobiernos autonómicos, ni parece que esté dispuesto a realizar una aportación de fondos desde los presupuestos generales de Aragón que compensen esa responsabilidad institucional.

Por tanto, de acuerdo con la información muy parcial que manejamos, debemos decir que el modelo está muy lejos de satisfacer las aspiraciones de la RAPA.  Parece ponerse de manifiesto una vez más que el cuatripartito aragonés prioriza el interés recaudatorio por encima de la búsqueda de un modelo de financiación del PASD que corrija las irregularidades en que se había incurrido.

Así las cosas, la Red de Agua Pública a la espera de tener asu alcance la totalidad del modelo propuesto, no puede por menos que mostrar su pesimismo, frente a lo que pueda caber en una infografía triunfalista que corre el riesgo de aumentar la desinformación y la incertidumbre de una ciudadanía bastante mal tratada en los últimos meses en muchos aspectos en su relación con el Gobierno de Aragón y con la clase política en general