domingo, 4 de septiembre de 2016

GRAVES PROBLEMAS AMBIENTALES EN EL RÍO EBRO A LA ALTURA DEL PARQUE SAN PABLO

Las limpiezas de la Estación  de bombeo de aguas del Ebro a la potabilizadora de Casablanca en los días pasados, ha originado, por falta de una gestión adecuada de esas limpiezas,  un grave problema al lado del Centro Ambiental del Ebro.
En primer lugar esto surge por una falta de conciencia de algunos ciudadanos que utilizan el inodoro como un lugar donde arrojar muchos productos higiénicos. En especial, en estos últimos años, se  ha agravado por el uso de las toallitas húmedas, muy empleada en limpieza de bebés y mayores, que se arrojan directamente al inodoro. Éstas se acumulan en los sistemas de rotación de depuradoras y estaciones de bombeo y están ocasionando, además de pérdidas económicas, el que  no funcionen  los sistemas operativos.
Hace falta que, a nivel estatal, los organismos competentes regulen las normativas del uso de estos productos higiénicos. Se llega al caso de que en productos de una gran cadena de supermercados se recomienda en las etiquetas no tirar más de una toallita por cada descarga de la cisterna en vez de estimular el arrojarla al cubo de basura.

Pero a ello se ha unido la falta de previsión en la gestión por parte de la Sociedad Pública Ecociudad en la limpieza de la Estación de bombeo. Los restos de la limpieza han salido por tres clapetas próximas al puente de la Almozara y Parque de San Pablo. En este lugar hay un brazo de río que con el estiaje no tiene flujo de las aguas y durante al menos cuatro días han salido las aguas residuales con restos de productos higiénicos que está provocando malos olores y un foco de posibles problemas sanitarios además de la contaminación del río. Urge que se limpie en el plazo más breve posible.
Estos problemas son recurrentes en los tres ríos y en especial cuando hay fuertes tormentas que aportan un gran caudal en poco tiempo. Solucionarlo exige grandes inversiones que la maltrecha economía del Ayuntamiento tiene difícil asumir. 

No viene mal recordar que, si finalmente los zaragozanos tienen que pagar catorce millones al Gobierno de Aragón por el agujero negro de la depuración aragonesa cuyos costes ya pagamos los zaragozanos desde hace veintitrés años, será muy difícil asumir esos gastos.
Pero los temas del agua son prioritarios en cualquier ciudad. Y además la realidad exige que la dirección de la sociedad pública Ecociudad sea más eficiente y diligente. Ello supone una reorientación administrativa de la gestión del agua a nivel del Ayuntamiento. Con todo y a pesar de todo este problema hay que resolverlo.

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